Un líder huachicoleto identificado por las autoridades como Jesús Martín “N”, alias El Kalimba, buscaba borrarse las huellas dactilares y modificarse el rostro con cirugía estética cuando fue asesinado el lunes pasado en una clínica de Puebla por miembros de su propio grupo delictivo, reveló este jueves la fiscalía local.
Ya le habían “borrado” la huellas dactialresDe acuerdo con fotografías que difundió la Fiscalía General del Estado (FGE) a El Kalimba ya le habían alterado las huellas dactilares y le realizaban una cirugía estética en la cara cuando fue sorprendido.
Por este hecho, la fiscalía local informó que también se investiga al personal médico involucrado, pues no reportó a las autoridades las pretensiones del huachicolero, quien buscaba ya no ser identificado, pues era buscado desde principios de año por el gobierno local y federal.
Sus “secuaces” lo traicionaronSegún las primeras investigaciones de la dependencia local, un sujeto conocido como El Irving –del mismo grupo criminal– fue el que organizó el crimen por venganza, dejando como saldo, 12 muertos en un solo hecho que se extendió a tres municipios.
El grupo de sicarios primero acudió al municipio de San Pedro Tlaltenango –en los límites con Tlaxcala– en donde ejecutó a cinco personas, entre ellos, otro cabecilla de ladrones de hidrocarburo conocido como Alfredo, alias El Kino y/o El Cuino.
Después, aprovechando que El Kalimba se encontraba prácticamente solo en la clínica EPMAC, en el norte de la capital de Puebla, El Irving ordenó su asesinato. En el lugar también quedó el cadáver de uno de los guaruras del líder de la banda así como el de su novia y del doctor que lo operaba.
En la huida de los responsables, asesinaron a tres ciudadanos en el municipio de Amozoc –en la entrada del triángulo rojo– para robarles sus vehículos para escapar.
Tanto El Kalimba como El Kino ordeñaban el poliducto Minatitlán-México de Pemex en municipios del triángulo rojo y en los límites con Tlaxcala. El primero ya había escapado de los agentes de la marina en al menos dos operativos.
Se disputan el control de la ordeña
Antes de que la fiscalía local confirmara este jueves que El Kalimba, uno de los ladrones de gasolina más buscado, fue ejecutado por su propia gente que le disputa el control mientras era operado, el secretario de Seguridad Pública estatal, Jesús Morales Rodríguez aseguró a medios estatales que los huachicoleros se están matando entre sí por la disputa que existe por seguir controlando las tomas clandestinas.
El martes, un día después de que El Kalimba y El Kino fueran ejecutados, los asesinatos continuaron en el municipio de Palmar de Bravo –perteneciente al triángulo rojo– en donde cuatro integrantes de una familia relacionada con el primero, fueron acribilladas, confirmaron las autoridades.
En total, entre lunes y martes, por el ajuste de cuentas en el grupo de El Kalimba, fueron asesinadas 17 personas.