"¡Aquí está, la resistencia trans!", gritaron mujeres trans durante su marcha del Monumento a la Revolución al Zócalo. Algunas manifestantes, como Erika Sosa, exigieron al gobierno una reparación de daño para el sector de la tercera edad que años anteriores no contó oportunidades de un empleo, educación, salud u otros derechos.
La adulta mayor comentó que entre las exigencias de la protesta está una pensión para ayudar a aquellas personas, como ella, que no tuvieron un trabajo digno.
Erika Sosa, quien también forma parte del colectivo de reparación de adultas mayores, subrayó que el promedio de vida de las mujeres trans es de 35 a 40 años de edad, por lo que se denomina "sobrevivientes" a quienes logran llegar a los 50 años.
Las principales necesidades que enfrentan estas adultas son la falta de vivienda y la atención de salud integral.
Durante la manifestación de ayer, la comunidad trans también exigió a las autoridades capitalinas atender sus demandas para frenar la violencia institucional y los discursos de odio.
La activista y trabajadora sexual, Victoria Sámano, cuestionó que funcionarios y servidores estigmatizan, criminalizan y atentan contra la integridad de las personas trans.
En su pliego petitorio, las manifestantes exigieron a las autoridades atender cuatro puntos fundamentales para garantizarles una calidad de vida digna como el derecho al trabajo, la salud, educación y vivienda.