Los niños con trastorno persistente del habla son más propensos a tener problemas para hacer amigos, según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Bristol y que ha sido publicado recientemente en el 'Journal of Child Psychology and Psychiatry Advances'.
Los expertos investigadores analizaron los datos recopilados de 7.390 participantes del estudio 'Children of the 90s', que asistieron a la clínica a los ocho años de edad. Los resultados para el comportamiento y la depresión se midieron mediante cuestionarios y entrevistas a los 10, 11 y 14 años.
Características del trastorno
El estudio buscó abordar si los niños con trastorno del habla persistente (que luchan por hacerse entender y pueden ser difíciles de entender o apenas inteligibles) también experimentan mayores niveles de dificultades sociales, emocionales y de comportamiento (SEBD) y, por lo tanto, corren el riesgo de la asociada consecuencias negativas en la vejez.