En este sentido, especialistas de Ever Health México recomiendan estar al tanto de los síntomas, los cuales en ocasiones pasan desapercibidos o se les resta importancia, sin embargo, es un padecimiento serio que requiere orientación profesional y un tratamiento adecuado.
De acuerdo con el Instituto Mexicano del Seguro Social, el trastorno afectivo estacional es cuatro veces más común en mujeres que en hombres, además las personas que ya tienen algún tipo de depresión o padecimiento de salud mental tienen mayor posibilidad de padecer este trastorno, que es más frecuente en adultos jóvenes que en mayores.
¿Qué desencadena el trastorno afectivo estacional y cómo manejarlo?
Ya sea que experimente síntomas de trastorno afectivo estacional, depresión o melancolía durante el invierno y la época de fiestas, es importante atender las siguientes recomendaciones para contribuir a mejorar su salud mental.
- Acercarse a un profesional de la salud mental. Un especialista confirmará el diagnóstico y le orientará sobre el tratamiento adecuado basado en evidencia, existen muchas opciones efectivas para afrontar el trastorno afectivo estacional, como recibir terapia cognitiva conductual, terapia de luz e incluso medicamentos.
- Realizar actividades de cuidado personal. Ejercitarse diariamente, salir a caminar o hacer alguna actividad física diaria contribuye a reducir los riesgos de depresión, además, salir a la calle permite absorber más luz solar en la época de invierno lo que ayuda a sincronizar el reloj biológico. Elegir actividades preferidas como escuchar música, leer, cocinar o hacer alguna manualidad contribuyen a disminuir el estrés y fomentar la atención en un diálogo positivo personal; esto contribuye a mejorar la salud mental.
- Hablar con un ser querido. El retraimiento social es uno de los síntomas presentes en el trastorno afectivo estacional y durante la temporada de fiestas puede ser más difícil de llevar, por ello es importante expresarle a un ser querido su sentir respecto a la convivencia, encontrar esa persona de confianza con quien pueda entablar una conversación para expresar sus emociones o intentar conectar con lo que está experimentando.