Taylor Swift contó con escolta policial durante sus conciertos en Londres en agosto, según The Sun, de las que se defendió el gobierno británico este miércoles negando haber presionado a la policía.
Según una información del diario, la cantante, después de que sus actuaciones en Viena fueran canceladas debido a un fallido atentado suicida planeado contra ella, disfrutó en Londres de una escolta normalmente reservada a jefes de Estado extranjeros o a la familia real.
El diario señaló que los agentes de policía se opusieron en un principio a esta protección, pero intervinieron la ministra del Interior y el alcalde de Londres para que la cantante contara con ella.
Estas informaciones sobre la seguridad de Taylor Swift llegan cuando el primer ministro laborista, Keir Starmer, y otros responsables de su partido se enfrentan a un escándalo por aceptar obsequios, incluidas entradas para el concierto de la estrella.
- El alcalde de Londres, Sadiq Khan, también recibió entradas para dicho concierto.
"Rechazo totalmente la idea de que hubo alguna mala conducta o influencia indebida en este asunto", dijo la ministra de Cultura, Lisa Nandy, a la televisión Sky News.
"Es una cuestión operativa que corresponde a la policía y no al gobierno. La policía tomó la decisión", continuó la ministra.
La madre de Taylor Swift habría intervenido para conseguir la escoltaSegún The Sun, la madre de la cantante, que también es su representante, habría amenazado con cancelar los conciertos en agosto si su hija no contaba con protección policial en su desplazamiento entre su hotel y el estadio de Wembley.
Unos días antes, tres conciertos previstos en Viena fueron cancelados tras descubrirse un plan de atentado suicida contra la cantante.
- La policía de Londres recordó este miércoles, tras la información del diario, que es un cuerpo "operativamente independiente".
"Nuestras decisiones se basan en una evaluación exhaustiva de la amenaza y el riesgo, así como de las circunstancias de cada caso", dijo un portavoz de la policía.
Tras la polémica, Keir Starmer devolvió más de 4 mil dólares por cuatro entradas para un concierto de Taylor Swift, ofrecidas por el grupo Universal Music, y dos boletos para un partido de futbol que le regaló la federación inglesa de dicho deporte.