- En el documento, el menor expresó sentimientos encontrados hacia su abuela, afirmando: "No quiero mucho a mi abuelita porque es muy molesta, me pregunta mucho", aunque también reconoció que la quiere, pero no tanto como a su madre. Estas palabras han generado una ola de indignación en redes sociales, donde usuarios han acusado a Maribel Guardia de "traumatizar" al niño con el prolongado proceso legal.
- El caso comenzó cuando Guardia, viuda del fallecido cantante Julián Figueroa, denunció a Tuñón por presuntas negligencia y exposición del menor a situaciones inapropiadas, lo que llevó a que José Julián fuera puesto bajo el cuidado de su abuela. Sin embargo, tras una reciente audiencia, el niño fue devuelto a su madre, y en sus declaraciones dejó claro su deseo de vivir con ella y visitar a su abuela solo de vez en cuando.
Además, el menor reveló que durante su estancia con Guardia sintió tristeza por la ausencia de su madre, aunque su abuela le aseguró que "todo iba a pasar" y que volvería a vivir con Tuñón.
Estas declaraciones han puesto en evidencia el impacto emocional que el conflicto ha tenido en el niño, lo que ha llevado a muchos a cuestionar si el proceso legal ha sido manejado de la mejor manera para proteger su bienestar.
Por otro lado, el caso ha tomado un giro más oscuro tras la captura de un presunto narcomenudista que, según informes, mantenía contacto con Imelda Tuñón para la venta de drogas.
Mensajes de WhatsApp revelaron que las sustancias eran entregadas en la casa de Maribel Guardia sin su conocimiento, lo que ha añadido otra capa de complejidad al caso.
Guardia ha insistido en que no busca quitarle el hijo a Tuñón, pero está preocupada por la seguridad del menor debido a los presuntos problemas de consumo de drogas de su nuera.
- Este escándalo ha dividido a la opinión pública, con algunos apoyando a Guardia por su preocupación por el bienestar de su nieto, mientras que otros critican su manejo del caso, argumentando que el proceso legal ha sido más perjudicial que beneficioso para José Julián. Mientras tanto, el menor sigue en el centro de esta batalla familiar, esperando que se priorice su estabilidad emocional y su derecho a crecer en un ambiente seguro y amoroso.
- El caso no solo ha expuesto las tensiones familiares, sino que también ha resaltado la importancia de proteger a los menores en medio de conflictos legales y personales. Las redes sociales continúan al rojo vivo, con debates sobre quién es realmente el responsable del bienestar del niño y cómo este tipo de situaciones pueden afectar a los menores a largo plazo.