La telenovela Rebelde y el grupo juvenil RBD cambiaron la vida a sus integrantes, pero para Dulce María también implicó dolor y una crisis personal en la que no podía caer en depresión.
Así lo confesó esta semana en una entrevista con Jorge Van Rankin para el programa "Hoy" de la cadena Televisa, donde negó que se le haya subido la fama a la cabeza.
Lo que más lamenta de la época de éxito es que no podía ir a casa, ni podía tener "una vida normal". Pero entrar en depresión no era una opción a pesar de la tristeza.
"Lo que hacía era salir. Si te estabas deprimiendo tenías que salir al escenario, hacer las cosas. No había forma, tenías que ser fuerte, o ser fuerte. Escribía mucho, era mi forma de desahogarme, de entender qué estaba pasando conmigo, de no perder lo que yo soy, lo que yo quería".
"Fue algo muy fuerte. Más allá de creerme mucho, fue un boom en mi carrera, en un momento de vida en el que te conocía todo el mundo, pero emocionalmente era mucha soledad", confesó.
Tras la gira, millones de discos vendidos, y de convertirse en un fenómeno, la cadena Televisa y todos los involucrados decidieron terminar con el proyecto.
Pero para ella era enfrentarse con un cliclo de estar viajando, la euforia de los fans en los shows, y de estar con un equipo que llegó a ser como de su familia.