Jesús Gallardo siempre ha tenido lo más importante en su vida, su familia. Su pilar, su fortaleza, sus sueños se cimentaron al estar rodeado de sus hermanos, su mamá y su papá. El originario de Cárdenas, Tabasco, vivía en extrema pobreza en la colonia Nuevo Progreso donde ayudaba a sus padres a vender empanadas y embutidos como la conocida ‘moronga’.

A pesar de que vivió en una zona donde los asaltos y las desgracias están a la orden del día actualmente, el futbolista tabasqueño salió adelante por mérito propio tras esforzarse y no ponerse límites que lo han llevado a ‘volar’ alto como en un avión de primera clase y de primer mundo que abordó junto a sus compañeros del equipo de Monterrey para trasladarse a Qatar donde jugará el Mundial de Clubes.
Gallardo, ejemplo de humildad y perseverancia es hoy en día uno de los jugadores de futbol más importantes de la Selección Mexicana que probablemente vivirá este año otra justa mundialista con el ‘tricolor’.