Con su teléfono, transmitía en vivo por su cuenta de Instagram, que cuenta con 6.8 millones de seguidores, las imágenes de la familia huyendo de ella.
Minutos antes, la actriz transmitió imágenes desde una discoteca. También se ve que se baja de un automóvil y se acerca a dos adultos con dos niños sentados en una acera bajo una cobija. Ella los identifica como "refugiados sirios" y dice estar "realmente preocupada".
Luego, la actriz ofrece llevar a los dos niños a un hotel para ver una película y sugiere que no deberían estar "en el piso".
Sin embargo, cuando la familia se niega, la actriz se vuelve cada vez más hostil.
"Deberías ser una mujer trabajadora y hacer lo posible por tus hijos, para que tengan una vida mejor", le dice a la madre.
Después de unos minutos, la familia decide recoger sus pertenencias y alejarse de Lohan, quien va detrás de ellos, acusando a los padres de "tráfico de niños" y de "arruinar la cultura árabe".
Hacia el final del video de 10 minutos, la intensa interacción se vuelve física. Se ve a la madre en primer plano, la cámara del teléfono pierde su eje, se nota un forcejeo y, en apariencia, la actriz -o la cámara- termina en el piso.
No está claro dónde se filmó el video, pero Lohan ha etiquetado sus publicaciones recientes en redes sociales en Moscú y París, explica el periodista de la BBC George Pierpoint.
En Twitter varios usuarios respondieron de manera airada al video y acusaron a la actriz de tratar de "secuestrar" a los jóvenes, mientras que otros lo describieron como "impactante", "repugnante", "incómodo de ver" y un ejemplo de "white saviorism", un término que se refiere a una persona blanca que actúa para ayudar a las personas que no son blancas, con la ayuda percibida en algunos contextos como interesada.
La BBC contactó al mánager de Lindsay Lohan para recibir sus comentarios, pero por el momento no obtuvo respuesta.