El nombre de Patricia Rivera sonará muy familiar para los que conocen casi toda la vida y obra de don Vicente Fernández, el "Charro de Huentitán", quien murió el 12 de diciembre debido a una falla multiorgánica derivada de una fuerte caída en su rancho "Los Tres Potrillos", y luego de varios meses hospitalizado.
La exactriz y el cantante sostuvieron un romance oculto de varios años, sin embargo, cuando doña Cuquita Abarca, ahora viuda del cantante, se enteró que su marido había tenido una aventura y que sería el papá de Rodrigo, ella aceptó que el niño conviviera con el resto de sus hijos, como uno más de la dinastía Fernández.
Sin embargo, de acuerdo con el libro "El Último Rey" de la periodista argentina Olga Wornat, Gerardo Fernández, hijo de don Vicente, persuadió a su padre para que se realizara una prueba de ADN y, cuando éste accedió a corroborar su parentezco mediante la prueba clínica, los resultados salieron negativos y tanto Patricia como Rodrigo fueron rechazados por la familia tras varios años de convivencia.
"La señora (Patricia Rivera) tuvo un hotel en Morelos, lo administraba ella, sin embargo, no ha vivido en Morelos", se comentó en el programa de YouTube de Jorge Carbajal. "Ella vive en la misma casa desde hace 30 años en un fraccionamiento muy exclusivo en el Estado de México".
Según con sus reportes, el costo de las propiedades de esa privada oscilan entre los 8 y los 25 millones de pesos y tiene una seguridad extrema; también tiene un club hípico
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