Alrededor de 10 mil piezas arqueológicas de las culturas Olmeca, Maya, Zoque y Nahua son celosamente resguardadas en los tres niveles del Museo Regional de Antropología “Carlos Pellicer Cámara”, una de las principales obras heredadas por el desaparecido poeta no solamente en beneficio de tabasqueños, sino de todo el mundo.
El recinto cultural es parte medular de los distintos museos que desarrolló e impulsó en vida en distintas entidades del país, como el Anahuacalli de Diego Rivera y la Casa Frida Kalho, en la Ciudad de México; el Museo de Sitio, en Palenque, Chiapas; el Arqueológico de Tepoztlán, Morelos; y, por supuesto, el Parque Museo La Venta, entre otros.
A escasos días de que se cumplan 125 años del natalicio del “Poeta de América”, quien vio la luz un 16 de enero de 1897, en la antigua San Juan Bautista –hoy Villahermosa–, se le sigue recordando no solo como uno de los poetas más importantes del siglo pasado, sino por su enorme compromiso de mostrar el patrimonio arqueológico de México, y en particular, de Tabasco.
“Esta es una primera instancia del Museo Arqueológico de Tabasco en Plaza de Armas, que impulsó Carlos Pellicer, que luego se muda aquí, y que ya no pudo ver en vida su obra culminada, el legado cultural a los tabasqueños”, asegura César Mellado Castro, jefe del Departamento de Vinculación con el Patrimonio Arqueológico.
Explica que el recinto ha tenido muchos cambios desde que se inauguró, pero el más notorio fue luego de la inundación del año 2007, cuando sufre una remodelación integral y es enfocado al Tabasco con sus culturas.