Esta temporada se materializaba la llegada a la NBA de uno de los jugadores de baloncesto que más expectativas han creado en los últimos tiempos. Si las lesiones respetan al polivalente número 1 del draft 2019, reinará físicamente en la competición más exigente del mundo de la canasta en todo el globo terráqueo.
El contrato firmado por el natural de Carolina del Norte pone a las claras las expectativas y las esperanzas que tienen los Pelicans en él. $9,757,440 no se garantizan porque sí a ningún recién llegado a la liga. Basta con ver el salario en su año de novato del mejor jugador de la historia, Michael Jordan. Aunque eran otras épocas y había otras condiciones en la liga, los $550.000 están muy por debajo del coloso recién llegado.
Mucha culpa de este cambio de cifras la tienen la evolución de la liga y las medidas económicas tomadas en la década de los 80 por parte del comisionado. Un reciente estudio de la casa de apuestas en línea Betway incide en este aspecto, focalizando el crecimiento de la liga en dos conceptos económicos clave: salary cap y salary floor.
El crecimiento del techo y suelo de gasto que cualquier franquicia puede destinar para pagar a su roster, es lo que ha permitido a los Pelicans pagar esa suma de dinero a Williamson. De hecho, ese techo de gasto se sitúa esta temporada en los 109 millones de dólares. Un crecimiento exponencial de los 3,6 millones en los que se fijó en la primera temporada que estos postulados económicos se llevaron a término en la NBA.
No hay duda de que los Pelicans se han asegurado tener una joya en su plantilla, que les ofrecerá muchas alegrías, y un espectáculo constante para todos los asistentes al Smoothie King Center. Todo el mundo del baloncesto espera que las esperanzas puestas en Williamson se cumplan lo antes posible.