Ningún aficionado al futbol en México podrá olvidar el lunes 25 de enero de 2010, cuando América había caído 2-0 ante Morelia y el delantero paraguayo Salvador Cabañas había decidido ir al Bar-Bar para distraerse.
‘Chava’, como apodaban los aficionados de las Águilas, de quien era la figura en ese momento junto a Guillermo Ochoa, permaneció con su esposa en el lugar, desde poco antes de la media noche hasta la madrugada del martes 26.
Alrededor de las 06:00 horas, Cabañas se dirigió al baño, ahí comenzó la tragedia, cuando se cruzó con un sujeto identificado como José Jorge Balderas Garza, apodado ‘JJ’, narcotraficante según se supo después, con quien se hizo de palabras por motivos que hasta el momento no han quedado muy claros, y, sin más, el hombre sacó un arma y le disparó a la altura de la sien.
Cabañas cayó al suelo y se desató la crisis en el seno americanista.
Cabañas abandonó el lugar en una ambulancia que lo trasladó a un renombrado hospital de la capital mexicana, ahí el paraguayo permaneció en estado de coma durante una semana, tras la cual finalmente despertó, pero con notable disminución en sus habilidades cognitivas y motrices.
Durante los angustiosos siete días, un grupo de aficionados americanistas se dio cita en el lugar para externarle su apoyo a la familia, al tiempo que unían sus oraciones y plegarias por su ídolo.
Para los primeros días de marzo de ese año, Cabañas pudo recuperarse, en la medida de lo posible, y empezó su proceso de rehabilitación, el cual realizó durante cuatro meses, periodo tras el cual, finalmente, regresó a su casa.
Habiendo salvado la vida, el tema del futbol quedó de lado, pues Cabañas ya no pudo regresar a las canchas, al menos en el nivel con el que brilló en América y que ya le tenía un boleto para el futbol europeo.