El Rennes (5º), ya vencedor en la primera vuelta, volvió a derrotar al París Saint-Germain (1º), este domingo en el Parque de los Príncipes por 2-0, en un partido de la 28ª jornada en el que Lionel Messi recibió algunos silbidos cuando fue anunciada la alineación y en varias acciones.
En esta ocasión, Kylian Mbappé, capitán del PSG, no pudo salvar a los suyos, pese a sus numerosos desmarques. Al final fue a saludar a los hinchas, a diferencia de un Messi, invisible en el juego, que acudió rápidamente a los vestuarios tras el pitido final.
El equipo parisino no pudo contar con Neymar -fuera lo que resta de temporada-, Achraf Hakimi, Presnel Kimpembe, Marquinhos, Sergio Ramos y Nordi Mukiele frente a un Rennes en el que tras ponerse por delante destacó el veterano arquero Steve Mandanda, con varias paradas de alto nivel.