El primer pase de gol de la temporada de Kylian Mbappé a Neymar permitió al PSG derrotar al Olympique de Marsella en el clásico francés que bajó el telón de la undécima fecha de la Ligue 1.
La victoria en Parque de los Príncipes permite al conjunto parisino reforzar su liderato y seguir siendo el único equipo invicto en el campeonato galo (29 puntos) y dejar atrás al Lorient (2º), del que le separan tres puntos.
El Marsella (23 puntos), que terminó con diez hombres tras la expulsión de Samuel Gigot (72'), concedió su segunda derrota de la temporada y se ve fuera del podio (4º con 23 puntos).
Pero lo más importante para el equipo de la capital era alejar las malas vibraciones suscitadas a lo largo de los últimos días a raíz de una serie de filtraciones y revelaciones.
Entre las supuestas ganas de irse de Mbappé, cinco meses después de su renovación contractual hasta 2025, y la divulgación por Mediapart de la implantación por el club de un "ejército digital " en Twitter, el PSG ha vivido días agitados antes de recibir a su principal rival nacional.
Las condiciones no eran ideales para preparar este choque ante un equipo marsellés reforzado por sus dos victorias en Champions League ante el Sporting de Portugal. La presión era enorme sobre los hombros de los parisinos, con la posibilidad latente de caer en una crisis en caso de derrota.
Pero alentados por un público entregado, los pupilos de Christophe Galtier, que venían de cosechar tres empates seguidos, no fallaron.
Como símbolo, fue Neymar, servido por Mbappé, el que marcó la diferencia justo antes del descanso (45+2), firmando su 9º gol en liga para dar alcance al delantero del Lille Jonathan David en la clasificación de goleadores.
Si ambas estrellas podrían ser rivales en el vestuario, con Neymar dolido porque el campeón del mundo francés pidiese supuestamente su salida en verano, ambos saben dejar de lado sus diferencias una vez el balón echa a rodar.
Aunque el juego del PSG no fue brillante, hay que atribuirle el mérito de haberse mostrado sólido psicológicamente en unas circunstancias adversas.
La salida por lesión de Danilo y la entrada de Nordi Mukiele en el minuto 24 no desorganizaron al equipo, que pudo contar con el regreso al once de Lionel Messi, recuperado de sus molestias en el gemelo.
El argentino fue el primero en mostrarse peligroso, y llegó a estrellar un balón en el larguero del arquero Pau López de libre directo (35').
Aunque no marcó la diferencia como solía hacer en el FC Barcelona en los numerosos clásicos ante el Real Madrid, se hizo notar por su calidad técnica y su visión de juego.
El arquero español del Marsella también tuvo que emplearse ante Mbappé (20', 28') y Marco Verratti (60').
El meta italiano Gianluigi Donnarumma tuvo menos trabajo, más allá de los intentos de Nuno Tavares (32'), Chancel Mbemba (39') o Jonathan Clauss (52').