Fundador de la Universidad de los Guapos, un histórico e ídolo de la contienda independiente mexicana en sus tiempos modernos; sí, José Luis Jair Soria Reyna, mejor conocido por su personaje de Shocker, reconoce que los excesos le pasaron factura, aun cuando aclara que no está en bancarrota como se ha manejado, por lo cual busca salir adelante manteniendo la esperanza de subir de nueva cuenta al cuadrilátero.
A partir del inicio de la enfermedad pandémica, Shocker, así como varios de sus compañeros del pancracio nacional, ha tenido que lidiar con una riña que va más allá de las 3 caídas: la de supervivencia frente a la carencia de trabajo. Aun cuando debido a Tacos Shock, su comercio propio de tacos, el efecto fue menos duro para él y su familia.
“Tiene un año y tres meses, siempre he estado insistiendo en poner un negocio de comida, me gusta la carne, los cortes finos, aunque manejo más cosas, arrachera, chorizo argentino, el pastor, cosas que le gusten a la gente que va a la lucha, porque mi negocio está a la vuelta de la Arena México; trato de mantenerme cerca del público y sobrevivir, tener algo con que salir adelante para no quedarme de brazos cruzados”.
Y es que, con el parón de la contienda independiente, al igual que varios deportes y espectáculos, Shocker quien cuenta con bastante más de 28 años de carrera ha tenido que buscar otra forma de triunfar el soporte diario frente a la casi nula actividad luchística.
“Ha sido muy difícil la verdad, es algo que no esperaba, nos llegó de repente y alejarme del ring, de lo que más amo en la vida, no ha sido fácil la verdad; gracias a Dios, el tener un sustento como lo es Tacos Shock ha sido un aliciente para mi persona y carrera. La última vez que estuve en un ring fue el año pasado en una función privada en la Arena México por el mes de diciembre, antes de que volvieran a poner el semáforo el rojo, pero parece que las funciones se abrirán a puerta cerrada, espero que me tomen en cuenta”, comento el luchador.
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