Tras perder la Supercopa de Arabia Saudita, el portugués Cristiano Ronaldo no oculto su molestia por caer nuevamente ante su acérrimo rival, el Al-Nassr y tal fue se enojó y les hizo señas a sus compañeros si están dormidos y le tenían miedo a su rival.
El trofeo se mira, pero no se toca. Esa sencilla frase se le olvidó a Cristiano Ronaldo en la Supercopa de Arabia Saudita. El delantero portugués acarició el cetro antes del comienzo del partido y sufrió la terrible maldición.
A pesar de que CR7 abrió el marcador para el Al-Nassr con su gol 897 en su carrera, su equipo terminó goleado por el Al-Hilal, y una vez más, el mismo equipo de siempre le impidió levantar un trofeo en Medio Oriente. 1-4 final.
Duelo de estrellas en el Prince Sultan Abdulaziz City Stadium. Jugadores como Mané, Laporte, Cristiano, Bono, Milinkovic, Malcom y Michael pelearon por un título más en Arabia Saudita, sobre todo el delantero portugués que quería sumar uno más en su carrera a sus 39 años.
El guion fue el esperado. El poderoso Al-Hilal comenzó con el control del juego y toda la presión ofensiva, incluso en los primeros minutos pudo adelantarse en el marcador, pero el portero Bento salvó a su equipo.
Del otro lado hubo polémica. Cristiano Ronaldo fue derribado dentro del área, Al-Tambakti lo sujetó, pero el árbitro central portugués no lo marcó.El equipo de la capital árabe tuvo a Talisca, Mané y CR7, sin embargo tardaron en igualar los papeles a la ofensiva.
Casi al final del primer tiempo llegó la emoción. Una gran jugada por izquierda de Abdulhraman Ghareeb fue determinante. El saudí mandó un centro preciso, Cristiano apareció por sorpresa y solamente empujó directo a la red. Su celebración acostumbrada apareció y parecía que todo estaba encaminado para su festejo, pero todo cambió.
- En el complemento, el Al-Hilal arrasó por completo a su rival. No le dio oportunidad ni de reaccionar. En tan sólo 15 minutos fueron cuatro goles seguidos sin ningún tipo de respuesta. Milinković-Savić lo comenzó todo. El mediocampista serbio definió con facilidad sobre dos defensas, con un disparo potente y en ese momento todo se acabó para Al-Nassr.
- Casi inmediatamente después llegó el segundo. Una jugada de tiro de esquina, centro de Rubén Neves y Aleksandar Mitrović, ex de Fulham y Newcastle, la guardó bajo los tres postes. Cuatro minutos después llegó el tercero. Malcom retrasó, Mitrović se frenó, descontroló a la zaga rival y rompió la red. El cuarto llegó un par de minutos después, cuando el portero Bento tuvo un mal control, el propio Malcom le robó el balón y lo venció.
El juego siguió, pero Cristiano Ronaldo ya no pudo hacer nada por su equipo. El gesto en su rostro, casi de rendición, lo dijo todo. El portugués una vez más se quedó con las ganas de un trofeo y el Al-Hilal fue nuevamente su verdugo.