Tras un retraso en el programa olímpico de verano y la reprogramación de Tokio 2020 causado por la emergencia sanitaria por Covid-19, el panorama para la siguiente edición invernal luce prometedora. El entusiasmo por los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing 2022 aumenta en China y la comunidad olímpica involucrada.
Beijing se prepara para convertirse en la primera ciudad en albergar los Juegos Olímpicos de verano e invierno, motivo de orgullo nacional y cobertura periodística frecuente. La euforia es tal que más de 1 millón de personas han solicitado trabajo como voluntarios y sólo fueron seleccionados 20 mil, en su mayoría estudiantes universitarios de Beijing y la provincia circundante de Hebei.
Cabe mencionar, las reglas impuestas por China para mitigar la emergencia sanitaria por Covid-19 se han endurecido en beneficio de todos los participantes. Frente al resurgimiento del virus reportado en un tercio de las provincias y regiones de del país, los funcionarios chinos refuerzan las estrictas medidas y el cierre de fronteras.
A diferencia de Japón, China mantiene un perfil mas estricto y confiado en relación con las medidas de protección sanitarias, pues el público parece adoptar mejor las medidas sanitarias. De igual forma que Tokio 2020, Beijing impuso una restricción de espectadores bajo la cual sólo podrá asistir población china como apoyo para los atletas. Los voluntarios asistentes en cada evento atraviesan un agotador proceso de capacitación que no merma el ánimo de cada uno.
Li Wanghua voluntaria, comentó al diario China Daily su experiencia ante la capacitación: "He tenido que completar más de 20 sesiones de capacitación en línea antes de tomar una serie de exámenes". Los solicitantes fueron evaluados sobre su conocimiento de los deportes de invierno y los Juegos Olímpicos, así como sus habilidades en inglés antes de someterse a entrevistas.
Posteriormente, los voluntarios fueron sometidos a un arduo entrenamiento al aire libre, esto por la naturaleza de las competiciones las cuales en su mayoría serán al aire libre. Una de las pruebas físicas consta de caminar 15 kilómetros a campo traviesa para entrenar su fuerza y resistencia al frío, comentó Li.
"El profesionalismo y la pasión de los voluntarios de los Juegos Olímpicos de Beijing en 2008 están profundamente arraigados en mi memoria, aunque en ese entonces sólo era un estudiante de primaria", dijo la voluntaria Li .