De Tabasco o Veracruz, por su ADN podemos decir que corre en sus venas ‘sangre choca’. Benditas redes sociales que nos hacen contactar y conocer a paisanos que están trascendiendo a nivel nacional e internacional.
Mediante una información vía PDF que llegó a la sección de espectáculos de Diario Presente se describe parte de la interesante historia de la Embajadora Cultural de México para el Mundo, Olivia Gorra Ramón.
Con un curriculum vitae que coloquialmente diríamos ‘Ni Obama lo tiene’, la nacida en Coatzacoalcos y criada en el Edén de México cuenta con reconocimientos trascendentes como: La Medalla Mozart, Medalla Agustín Lara.
Tal es el grado de su importancia en el ámbito artístico que Luciano Pavarotti, Jessye Norman y Licia Albanese la consideraron como una de las voces más hermosas del mundo.
Nacer en cuna humilde, le sirvió valorar lo que cuesta llegar a la cima y prueba de ello es su trayectoria de 30 años en escenarios como el Metropolitan Opera House de Nueva York, el Palacio de Bellas Artes y su participación con la Filarmónica de Londres.
ES DEL EDÉN
Algo que resalta en su biografía es el siguiente apunte ‘Olivia Gorra Ramón nace de familias tabasqueñas’. Y es que en el relato donde la describen, valoran mucho sus raíces y sobre todo orígenes que nunca olvida y hace a un lado: ‘Su madre, Manuela Ramón Pairó, nacida en Macultepec, era hija de Valentina Ramón Pairó, quien lavaba carros para sacar adelante a sus hijos, y Miguel Ramón, quien era lechero, gente modesta y trabajadora, nacidos también en Macultepec, municipio de Centro, Tabasco’.
Respecto a su lado paternal, su padre Marco Antonio Gorra Ojeda, quien nació en Coatzacoalcos, era hijo de María Victoria Ojeda López, cuyo oficio era costurera, y lo ejerció hasta que falleció a los 94 años de edad.