Chepe en Chihuahua, México: El ferrocarril Chihuahua – Pacífico, mejor conocido como Chepe por la lectura que hacían los locales de las iniciales Ch. P., rotuladas en los vagones, es el único tren de pasajeros en funcionamiento en México. Su recorrido de casi 700 kilómetros va de la ciudad de Chihuahua en el estado homónimo a Los Mochis en Sinaloa. El trayecto más largo tiene un precio de casi 180 dólares.
El Chepe atraviesa la impresionante Sierra Tarahumara de la que forman parte las Barrancas del Cobre, sistema de cañones que es cuatro veces más grande que el Gran Cañón de Colorado. Las vistas son sin duda una de las ventajas de viajar en tren.
Tren Nariz del diablo en Quito, Ecuador: En el centro del mundo se encuentra la ruta de tren más difícil del planeta, que definitivamente quita el aliento a cualquiera. El recorrido ida y vuelta dura aproximadamente dos horas y media, a las que hay que sumar las casi cuatro que se hacen de Quito a Alausí, desde donde sale el tren. El precio es de 40 dólares e incluye un lunch.
Tren a Machu Picchu en Cusco, Perú: La aventura para llegar a uno de los sitios arqueológicos más espectaculares del mundo comienza mucho antes de cruzar la puerta de entrada a la llaqta. A 20 minutos del centro de Cusco se encuentra la estación Poroy, desde donde parte el tren de lujo Hiram Bingham.
Tren a las Nubes en Salta, Argentina: Uno de los grandes atractivos turísticos de la provincia de Salta es el viaducto La Polvorilla, que al estar a más de 4200 metros, es uno de los más altos del mundo. El viaje en total dura poco menos de tres horas y tiene un precio de 60 dólares. Al regreso hay una escala en Santa Rosa de Tastil en donde se puede visitar el museo del sitio y comprar artesanías.