El Fondo de Cultura Económica (FCE) muestra de la obra de Carlos R. Martínez Assad, denominado “El laboratorio de la Revolución. El Tabasco garridista”, de la recopilación Historia. El investigador y autor lleva a cabo en él que a medida que el nuevo Estado, surgido de la Revolución Mexicana, insistía en su objetivo de transformarse en la verdadera fuerza del desarrollo nacional, en Tabasco se establecían las pautas de un desplazamiento regional encabezado por Tomás Garrido Canabal, no obstante, la radicalidad hizo acto de presencia.
“Este libro ha sido pionero en lo cual se ha denominado la historia regional, es un libro que ha sido llevado a cabo justamente para enseñar el valor de las zonas del territorio y que la Revolución Mexicana no fue una sola revolución, sino que diferentes revoluciones han tenido sitio en el territorio y que fueron albergadas por sus diversos Estados”, cuenta en entrevista que no solo las batallas de Francisco Villa, o las solicitudes agrarias del Zapatismo tenían protagonismo, había otros hechos que no se habían dado a conocer.
La obra, comparte, además da un enfoque que se opone a la historia oficial, “a la historia que solo insistía a partir de un enfoque positivista sobre los regímenes presidenciales y lo cual sucedía primordialmente en el centro político del territorio, de esta forma que con ‘El laboratorio de la Revolución. El Tabasco garridista’, se abrió además un camino para que otros procesos tuvieran sitio o tengan la posibilidad de darse a conocer, como lo que pasó en el Yucatán de Felipe Carrillo Puerto que no era tan conocido y que desde esta clase de averiguaciones pudimos conocer un poco bastante más de los que sucedía además en las zonas como las de Jalisco, San Luis Potosí y Guanajuato”.
Rememora que en Tabasco, Tomás Garrido Canabal, hizo un proceso que ha sido caracterizado luego como extremista, poniéndolo como ejemplo de lo anticlerical, pero al averiguar, localizó que había además una forma distinto de organización campesina y obrera que no ha sido por medio de los sindicatos, sino que se establecieron ligas de resistencia que agrupaban a los campesinos, obreros, estibadores, docentes y maestras.“El proceso de Tabasco ha sido incluyente, ha sido de los primeros Estados que en México consideraban a la dama como un factor imprescindible en la organización política. Las féminas han tenido una colaboración fundamental en el garridismo, de esto que Lázaro Cárdenas llamó ‘El laboratorio de la Revolución’ por haber quedado tan sorprendido de la forma en la que estaban organizados en aquel Estado”.
Destaca que ha sido bastante especial el establecimiento de las empresas juveniles que secundaban a su jefe, a Tomás Garrido y que lo acompañaban en cada una de las protestas políticas e ideológicas que realizaba, “fundamentadas primordialmente en su iniciativa de combatir el alcoholismo, de implantar un Estado donde el alcohol estuviese prohibido y simultáneamente escoltar a la población en lo cual consideraban que era el proceso de desfanatización, o sea que no actuarán en funcionalidad del santoral mexicano, sino en las convicciones de la ciencia y el universo”.
Acaba al mencionar que el garridismo se estableció en 3 ejes primordiales: la batalla ideológica contra la existencia del clero, la enseñanza racionalista y la economía. Tomás Garrido Canabal ha sido gobernador de Tabasco en 3 situaciones en periodos ininterrumpidos entre 1919 y 1934. El creador enfatiza en el valor de conocer los diferentes hechos históricos que ocurrieron en las zonas del territorio.
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El FCE presenta el libro de Carlos R. Martínez Assad
Presentan la obra “El laboratorio de la Revolución. El Tabasco garridista”
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