Como mediadora de lectura me inicié a partir del 2018 en el programa nacional de mediadores de lectura, pero mi vocación como mediadora la descubrí muchos años atrás cuando era maestra de un colegio. Recuerdo que veía a muchos niños en su recreo que no convivían con otros niños, que se ponían tristes, entonces, con la aprobación de las autoridades de la escuela llevé libros de mi casa y puse una mesa y un tendedero. Aquel primer día no llegaron muchos niños pero así nació un espacio para leer, para llevar y compartir libros. Tiempo después nos organizamos y creamos una pequeña colección para compartir el gusto por la lectura; la campaña se llamó: “un libro, un almohadón”, así podían ellos leer cómodos también en la escuela.
El recuerdo y la emoción son de la artista visual mexicana y maestra de arte Denisse María Alicia Mata Tochón, tabasqueña por decisión y querencia, quien radica en la cabecera municipal de Cunduacán donde fundó y dirige la sala de arte independiente Cielo Azul, a la que agregó la sala de lectura hace cuatro años.
Como muchos mediadores culturales tabasqueños, Mata Tochón tuvo que cerrar su espacio cultural independiente, en tanto que la sala virtual funcionó a medias por las deficiencias del internet en la zona durante el periodo de contingencia de salud mundial y retomó sus actividades con la presentación de un libro “Maroma”, de Marisol Romo: No están todos los que son, pero poco a poco vamos recuperando público, claro, adecuándonos a las nuevas medidas de convivencia para cuidarnos.
“Durante el periodo de contingencia intenté trabajar en la modalidad virtual, pero yo trabajo con niños y jóvenes, así que, noté que para ellos la sala de lectura en línea era continuar con lo mismo que hacían en la escuela, perdían la atención a las lecturas o no se conectaban debido a la poca calidad del internet”.
Platicamos como se acostumbra en estos días: de lejos y virtual, por correo. Preguntamos, ¿qué edad tenías cuando leíste tus primeros renglones y te enamoraste de la lectura literaria?, y responde:
-Tenía 13 años, estaba en segundo de secundaria, y aunque había leído desde los seis años, me enamoré de los clásicos, gracias a mi maestro de español que me tuvo paciencia y me regalo un libro para iniciar mi colección.
Puedo decir que mi primer gran libro fue La Odisea pero mi escritor favorito es Michael Ende; me gusta la literatura surrealista pero confieso que no soy muy selectiva, leo todo lo que cae en mis manos, y casi siempre, lo disfruto.
-¿Cuáles son los pasos que sigues para elegir o seleccionar un libro en una biblioteca o para comprar en una librería? -Normalmente compro cuando necesito abordar algún tema en específico, mi profesión como pintora me lleva a experimentar y siempre me apoyo de la literatura y/o la filosofía. Casi nunca sigo recomendaciones o modas pero recibo con amor un libro si me lo regalan.
-¿Cuánto son tus hábitos de lectura?
-Leo en silencio, cuando trabajo en algún proyecto puede ser durante todo el día, si es por placer me gusta leer por las tardes. Me gustan los libros impresos. Leo de todo, a veces varios libros a la vez.
-¿Qué consideras que hace falta para que la lectura se convierta en un movimiento cultural en Tabasco?
-Crear más espacios tal vez: de lectura en voz alta, de cuentacuentos, no solo en las ferias de lectura, llevar actividades de lectura a las escuelas más seguido y dejar de ver de ver la mediación lectora como un movimiento cultural, compartir y por placer, por ejemplo, a los autores locales contemporáneos.