Gabriel García Márquez y sus perpetuas letras

Pasaron ya ocho años desde el fallecimiento del escritor colombiano y ganador del Premio Nobel de Literatura

En la localidad Pedregal de San Ángel en la Ciudad de México, Distrito Federal, el 17 de abril del año 2014, un jueves, el reloj marcó las 2:35 p. m y el lamentable fallecimiento de Gabriel García Márquez, un hombre que realzo el valor de las letras alrededor del mundo.

La gran trayectoria literaria y periodística de ‘Gabo’ ha sido merecedora de múltiples homenajes en memoria al desarrollo de sus habilidades en torno al uso de la palabra, los frutos que dejó el Macondo y el “realismo mágico”.

Señalan que a lo largo de sus 87 años las palabras fueron un amor inquebrantable, una pasión que nació en Aracataca – Magdalena y se instauró en Zipaquirá; la ‘Capital Salinera’ estructuró al escritor, y no solo lo forjó como un disciplinario intelectual, sino que también como poeta. Él mismo lo reconoce en su libro ‘Vivir para Contarla’, cuando dice: “Todo lo que aprendí se lo debo al bachillerato”, tanto así que en uno de sus libros hace referencia a sus mentores en Zipaquirá, escribiendo: “a mi profesor Carlos Julio Calderón Herminda, a quien se le metió esta vaina de que yo muera escritor”.


  • El coronel no tiene quien le escriba: García Márquez lo consideró su mejor libro, expresando: «Yo creo que es mi mejor libro, sin lugar a dudas. Además, y esto no es una boutade, tuve que escribir Cien años de soledad para que leyeran El coronel no tiene quien le escriba.»
  • Relato de un náufrago: Relata la historia del ex marinero Luis Alejandro Velasco Sánchez, un náufrago que fue proclamado como héroe de Colombia en el año de 1955, sin embargo, tras la versión mercadeada por el diario El Espectador, quedó en el olvido; esta narración también obligó a que Gabriel García Márquez se diera al exilio en la ciudad de París – Francia.
  • El amor en los tiempos del cólera: Esta novela fue inspirada en la relación sentimental de los padres el autor.
  • Sinopsis: De jóvenes, Florentino Ariza y Fermina Daza se enamoran apasionadamente, pero Fermina eventualmente decide casarse con un médico rico y de muy buena familia. Florentino está anonadado, pero es un romántico.

    “«El amor se hace más grande y noble en la calamidad»


    Te puede interesar: Gabriel García Márquez, un árbol que continúa dando frutos