Francisco Hernández es de esos hombres de linaje humanista que tiene la historia de la cultura contemporánea de Tabasco. Es dramaturgo, actor, director, maestro de teatro, guionista de telenovelas; y por su preparación intensiva en psicología y psiquiatría además del teatro pedagógico que promueve: terapeuta. Es decir, está en contacto con el drama humano arriba del escenario y afuera del teatro.
Su verdadero nombre es Francisco José Hernández Giorgana, nació el 9 de febrero de 1947, y se le puede encontrar por las calles del Centro Histórico de Villahermosa, en las escuelas mostrando su teatro didáctico, y junto a su inseparable pareja escénica Laura Sierra, en su Forito que es al mismo tiempo taller y escenario.
Por la trayectoria con más de treinta y cinco años de carrera escénica, este hombre-teatro mejor conocido como Francisco Hernández, la Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT) lo reconoce este año con la Presea Celestino Gorostiza, pieza elaborada por el artista Edén García.
UNA RUTA A LA LECTURA
En “El telón tropical. Dramaturgos tabasqueños”, como se titula el volumen que reúne los textos dramatúrgicos de catorce escritores nacidos en el siglo XX publicado por el Instituto Estatal de Cultura de Tabasco, Francisco Hernández comparte créditos con autores de la talla de Ciprián Cabrera Jasso, Mario de Lille, Ricardo Guzmán, Margarito Palacios Maldonado, Alejandro Torruco, Enrique Iriarte, María Eugenia Torres Arias, Rafael Pérez Fons, Agenor González Valencia, Hildo Gómez Jarrín, Glenda Jasso Aquino, y Carmen de Mora, entre otros.
“El telón tropical” es hasta hoy la mejor ruta de lectura que se tiene para conocer a los hombres y mujeres que hacen hablar a sus personajes del tiempo que nos tocó vivir, de las apetencias y “desbarajustes emocionales” en el sureste mexicano. Sobre Francisco Hernández, su mejor alumna: Laura Sierra, señala con emoción que nada la llena de tanta alegría y emoción como el homenaje y entrega de la Presea “Celestino Gorostiza” el próximo viernes 25 de marzo a las 6 de la tarde.
“Cuando lo vi en escena por primera vez en enseguida supe que quería actuar con él, esto fue allá por 1995 cuando colaboraba en la sección cultural del Diario El Sureste de Tabasco, hoy desaparecido, donde le escribí una de sus primeras notas periodísticas”, dice de su mentor, director de escena, dramaturgo personal y compañero actor desde hace casi 25 años.
Pero sobre todo, escribe con satisfacción, porque se reconocen 36 años de experiencia en escena, que iniciaron cuando fue alumno de la gran maestra Carmen de Mora -mamá Carmen como le decían sus alumnos-, y lo ponen hoy en el centro del escenario cultural de Tabasco.