El descubrimiento, a cargo del arqueólogo Alfredo Barrera, se trata de unas escalinatas que habrían sido utilizadas por la élite del lugar para subir al palacio. Se halló una voluminosa construcción de 55 metros (m) por 15 y 6 m de altura.
En diciembre de 2018 se descubrió un palacio maya de unos 55 metros de largo. Los arqueólogos se han impresionado por los hallazgos de tinajas, así como fragmentos de cerámicas de distintos colores y periodos encontrados en la zona.