Biblioteca histórica José Martí, nuevos tiempos a la vista

Hacia un centro regional especializado

La Biblioteca Universitaria José Martí es celebrada por especialistas, memoriosos e investigadores como una de las grandes naves del patrimonio de la cultura, la investigación y la memoria social de Tabasco, por ser la primera institución formal de su género en el estado, por las joyas bibliográficas que conserva y por el acervo muralístico de sus paredes.

Tras un largo periodo de abandono y enfrentar la extensa cuarentena por la pandemia por COVID-19, que puso en jaque a museos, galerías y bibliotecas de todo el mundo, se prepara para cumplir con un nuevo papel en su historia. Muy probablemente, un Centro Regional de Investigación Especializado, con sus archivos dispuestos a los lectores especializados del país.

Hay mucho hermetismo sobre los trabajos de rescate y remodelación que se realizan en este recinto inaugurado el 12 de octubre de 1944, sin embargo, ya se pueden notar los primeros frutos del nuevo rol que podría jugar la biblioteca a través de publicaciones como Viaje a la república de los libros. Un acercamiento a la colección especial Francisco J. Santamaría, de los investigadores Leticia Rodríguez Rodríguez y Pedro Alfonso Narváez Solís recién publicado bajo el sello de la propia Universidad Juárez Autónoma de Tabasco (UJAT).

La Biblioteca Histórica José Martí se ubica desde 1959 en las esquinas que hacen las calles Arteaga y Miguel Hidalgo, muy cerca de la Plazuela del Águila, en la parte más antigua de Villahermosa, y fue nombrada así en honor al gran intelectual cubano, personaje de primer nivel de la literatura en español y apóstol de los ideales de la soberanía latinoamericana.

Gerardo Bravata, Leticia Giorgana, Geney Torruco y Raymundo Vázquez perfilan su importancia y dibujan las perspectivas a futuro para el recinto, combinando sus experiencias como expertos en historia, educación y arte.