Dos artistas plásticos, oriundos de la zona Yokot'an de Centro, para ser específico de Tamulté de las Sabanas han cruzado las fronteras internacionales para plasmar en obra de arte, la virtudes ancestrales del cacao.
En entrevista con el Sistema Informativo de Tabasco (SIT), Eliazar Hernández Arias, artista plástico de Tamulté de las Sabanas, destacó que el trabajo que ha hecho con Nidia del Carmen Hernández De la Cruz y Grisel Hernández, ha impactado mucho en su comunidad, pues se tiene otra visión y muchas personas, destacan por sus oficios.
Por ello, resaltó que el mensaje a las nuevas generaciones y sobre todo de Tamulté de las Sabanas es “Somos grandes, podemos hacer cosas grandes”.
El artista, refirió que la experiencia que han vivido ha sido muy gratificante en todos los sentidos y en escenarios internacionales fue algo que en un principio no imaginaron, pero con dedicación y gracias a su maestro Leandro Soto, han ido mejorando sus técnicas.
“Queremos dejar claro, sobre todo a los jóvenes aquellos que a falta de oportunidad, olvidan sus sueños... Entre mas grande seas, más humilde debes de ser… hay que voltear a ver al pueblo Yokot'an para volverlo grande”, puntualizó.
Por eso, mencionó que todo el proceso de cómo era utilizado el cacao y cómo esta siendo comercializado quedó plasmado sobre un mural que tiene nueve metros de largo por cuatro de ancho, en el mural denominado "El árbol secreto" que pintaron en la Universidad IULM de Milán, Italia.
En esta obra, detallaron Eliazar Hernández Arias y Nidia del Carmen Hernández De la Cruz, dedicaron segundos, minutos y horas para enaltecer las raíces ancestrales de Tabasco y todos el significado de la semilla conocida como el cacao.
Algo tan sencillo de realizar a través de los trazos de pinceles que van tomando forma con la imaginación y donde el corazón indígenas de Tabasco, dejo su huella.
"Para hacer algo de esas magnitudes es poder creer que se puede hacer, la visualización de los proyectos surge del alma, que nos conduce a realizar algo inimaginable pero que ya esta palpable", expreso el artista plástico.
Relató la historia de cómo fue desarrollando su habilidad con los pinceles y como con la ayuda de su compañera, lograron obtener tan significativa obra.
Pinceles mas, brochadas menos, pero el caso fue concluir un mural que, sin saber que fuera un éxito y un reconocimiento a su belleza; lograrlo plasmar.
"Nuestra huella, es algo simple; como dos artistas plásticos de la zona indígenas pueden ir más allá de sus sueños", subrayó.
Cabe mencionar que la presentación no solo quedó plasmado en un mural, ya que la artista plástico Nidia tuvo que transformar sus vestimentas pintando a mano, para hacer la representación, una de la catrina, otra de sacerdotisa, que dejó impacto al público italiano.
Esto, debido a que aun sigue asombrando la forma de la adoración de la muerte en México y como sigue formando parte -- sin miedo alguno-- de la vida.