Estos temibles reptiles, que pueden alcanzar los tres metros de longitud y pesar hasta 90 kilogramos, están amenazados por la actividad humana y el cambio climático que destruye su hábitat.
Pero un programa está intentando cambiar esta situación, y consiguió criar 29 dragones en incubadoras entre febrero y marzo. Fue el año pasado que la Lista Roja de especies amenazadas de la Unión para la Conservación de la Naturaleza (UICN) anunció que los dragones de Komodo se encuentran en peligro de extinción,
"Tenemos hábitats que reflejan el hábitat natural del Komodo, incluida la humedad y la temperatura", indicó a AFP el director del zoológico, Chairul Anwar.
Una de las principales razones por las que están en peligro de extinción se debe al cambio climático, el cual provoca el alza de las temperaturas y por lo tanto del nivel del mar, "reducirá su hábitat en al menos el 30 por ciento en los próximos 45 años", indicó la organización.
Las crías provienen de dos dragones de Komodo hembras, después de que sus huevos fueran colocados en incubadoras para evitar que ser comidos por sus madres u otros dragones de Komodo. Las hembras de Komodo pueden fecundar un huevo sin necesidad de un dragón macho.