Para hablar de temas de finanzas personales se necesita una gran confianza entre las partes, sobre todo cuando el amor está de por medio.
¿A qué me refiero?
Un tema que desafortunadamente se vuelve en tabú es el nivel de ingresos porque se corre el grave peligro de caer en una competencia absurda con tu pareja por quién debe convertirse en proveedor del hogar. Un nivel adecuado de madurez respondería a la importancia de dialogarlo para construir un patrimonio en común para que los dos puedan aportar y construir, en la medida de sus posibilidades y sin menoscabo de alguno, un presupuesto.
Recuerden que los primeros meses e incluso años pueden ser complicados, pero paciencia, poco a poco pueden ir adquiriendo un patrimonio en común si se apegan al presupuesto que se estableció en acuerdo. Se podría considerar, en un primer momento, si es tiempo de comprar o de acelerar pagos de la hipoteca; todo es posible si hay mucha comunicación y metas en común.
Para establecer el presupuesto deben considerar absolutamente todo lo que es necesario para la aventura. Pueden decidir si en un primer momento rentarán una vivienda o si deciden comprarla, aquí hay muchas opciones de financiamiento e incluso hay hipotecas que permiten sumar los ingresos de ambos para lograr mejores condiciones y montos superiores.
Otro factor que no debemos dejar de lado es el tema de las deudas, si se encuentran en orden y se consideran sanas, como el pago de la hipoteca o renta, todo puede fluir correctamente, pero si ya se salieron de control pueden ser generadoras de conflictos entre las parejas.
Nuevamente la comunicación será clave para el adecuado manejo de las obligaciones que se tengan en común y que no afecte las finanzas personales que ahora serán en pareja. No temas enfrentarte a esta nueva etapa, todo estará bien si se planea en conjunto, al final la meta es ser felices.