Los ronquidos, a veces, son inevitables y en algunas circunstancias pueden llegar incluso a provocar vergüenza. El sonido del ronquido se produce cuando hay una obstrucción al paso de aire a través de la parte posterior de la boca y nariz. Pero el motivo por el que los colibríes “roncan” es distinto.
Según The Guardian, dependiendo de cómo se define el “ronquido”, se podría afirmar que las aves perfectamente sanas pueden roncar bajo ciertas circunstancias. Por ejemplo, cuando los colibríes despiertan del torpor, podrían producir sonidos que serían parecidos a un “ronquido”.
El torpor es un estado caracterizado por una gran disminución de la actividad fisiológica en un animal, evidenciado generalmente por una temperatura corporal reducida. Los colibríes y otras especies de aves lo utilizan para sobrevivir durante noches frías.
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En nuestro caso, la temperatura se regula de un modo distinto. Si nuestros cuerpos se enfrían, nuestros músculos se contraen y subimos la temperatura para crear calor. De este modo, nos quedamos en nuestro punto de ajuste de temperatura de 37 grados.
Pero durante el torpor, la temperatura del punto de ajuste de los cuerpos de los colibríes baja, disminuyendo la activad cerebral y de su metabolismo hasta el punto de que su respiración es indetectable. Justo antes de la mañana, sus ritmos circadianos naturales entran en acción y comienza a descongelarse de algún modo.
Cuando un colibrí despierta del torpor, reinicia rápidamente sus ‘motores’ metabólicos, un proceso que requiere mucho oxígeno. Cuando estos animales despiertan, abren sus picos para inhalar profundamente con la finalidad de conseguir suficiente oxígeno para satisfacer sus crecientes necesidades metabólicas y así surge el “ronquido”.