Las ventas directas a través de Instagram serán un arma de doble filo para los pequeños comerciantes, que por un lado quizá aumenten las transacciones, pero por otro perderán acceso a información valiosa de sus clientes, explicó hoy a Efe el experto en comercio electrónico William Harris.
Si la red social, propiedad de Facebook, saca adelante sus planes para convertirse en un portal de ventas además de una plataforma para compartir imágenes, tal y como reveló recientemente el nuevo jefe del servicio, Adam Mosseri, los usuarios podrían comprar productos directamente sin tener que abandonar Instagram.
"Desde la perspectiva de un vendedor 'pequeño', es posible que las ventas se incrementen, pero también que se pierda información sobre el cliente al no obtener tantos datos como actualmente", dijo a Efe Harris, estratega de comercio electrónico en la firma especializada Elumynt, que él mismo fundó.