Una nueva investigación sugiere que las personas que tienen una perspectiva optimista del mundo pueden vivir vidas más largas y saludables porque tienen menos eventos estresantes que enfrentar.
De acuerdo con los científicos detrás del estudio, mientras que los optimistas reaccionan y se recuperan de situaciones estresantes de la misma manera que los pesimistas, a los optimistas les va mejor emocionalmente porque tenían menos eventos estresantes en su vida diaria.
No está claro cómo los optimistas minimizan su dosis de estrés, pero los investigadores creen que evitan las discusiones, las llaves perdidas, los atascos de tráfico y otras irritaciones, o simplemente no las perciben como estresantes en primer lugar.
Estudios previos han encontrado evidencia de que los optimistas viven vidas más largas y saludables, pero los investigadores no entienden completamente por qué tener una actitud de vaso medio lleno podría contribuir a un envejecimiento saludable.
“Dado el trabajo previo que relaciona el optimismo con la longevidad, el envejecimiento saludable y los menores riesgos de enfermedades importantes, parecía un siguiente paso lógico estudiar si el optimismo podría proteger contra los efectos del estrés entre los adultos mayores”, dijo la doctora Lewina Lee, psicóloga clínica en el Sistema de Salud de Asuntos de Veteranos de Guerra de Boston y profesora asistente de psiquiatría en la Universidad de Boston.
“Descubrimos que los hombres más optimistas informaron tener menos factores estresantes diarios, lo que explica en parte sus niveles más bajos de estado de ánimo negativo”, dijo Lee a The Guardian.
La experta explicó que a menudo la reacción automática implica una evaluación negativa o del peor escenario posible, pero si logramos identificar esto e intentar idear diferentes formas de abordar la situación se puede producir un cambio progresivo de percepción.
“Un pensamiento más optimista no significa ser irracionalmente optimista o ignorar los riesgos, que es un concepto erróneo común sobre el optimismo. Puede implicar reconocer nuestras fortalezas, ejemplos anteriores de éxito y áreas sobre las que tenemos control, para que podamos llegar a una perspectiva más positiva y segura”, agregó.