Lyft y Uber, firmas tecnológicas que cuentan con vehículos de transporte con conductor (VTC), anunciaron el lanzamiento de su iniciativa colaborativa Programa de Seguridad Compartida para la Industria (ISSP, por sus siglas en inglés). Este programa tiene el propósito de compartir información sobre incidentes de seguridad dentro de las unidades de transporte utilizadas por ambas empresas; pero su enfoque es principalmente hacia agresiones sexuales y asaltos.
A través de su blog oficial, Lyft aseguró que el programa ISSP tiene por objeto incrementar la seguridad en toda la industria proveedora de servicios de movilidad. Buscarán que las tecnologías y servicios empleados por sus plataformas puedan aplicarse en otros ámbitos y por otras compañías. Los servicios abarcan desde información y perfiles de los conductores, hasta herramientas para aplicaciones móviles, como un botón de emergencia en caso de detectar irregularidades por parte de conductores o usuarios. "Queremos compartir esta información con otras compañías en el futuro; de esta manera tendremos espacios seguros y una mejor toma de decisiones", comentó Jennifer Brandenburger, directora de desarrollo de políticas en Lyft.
El tipo de información que será compartida, tanto entre conductores y pasajeros, como con autoridades correspondientes, estará determinada por el Centro Nacional de Recursos de la Violencia Sexual (NSVRC, por sus siglas en inglés), indicó Lyft. Además las mujeres serán prioritarias en el programa ISSP, en tanto los casos de agresiones sexual es cometidas hacia mujeres se han convertido en un problema silencioso en los servicios VTC. "Estas agresiones sexuales tienen un índice de reportes alarmantemente bajo, lo que dificulta su accesibilidad para usuarias y procesos de averiguación", aseguró Brandenburger.
Ambas compañías han sido objeto de investigaciones y demandas con respecto a delitos de abuso sexual cometidos por socios conductores de VTC. En un estudio realizado por la cadena televisiva CNN, especialistas afirmaron, entre 2018 y 2019 al menos 103 conductores de Uber fueron acusados por estos delitos. Mientras que Lyft recibió 38 demandas por falta de investigaciones y procesos legales en contra de conductores que cometieron dichos delitos.
Frente a las dificultades de ofrecer un entorno seguro para mujeres que aborden las unidades de Uber y Lyft, el programa ISSP espera ofrecer una solución progresiva a los problemas de seguridad habituales. Asimismo, ayudará tanto a resolver casos pendientes de denuncias por agresiones sexuales, como a prevenir futuros delitos, informó Brandenburger. Para ello, dichas compañías confirmaron la participación de HireRight, proveedor de soluciones para contrataciones inteligentes, que se encargará de administrar la información recopilada y compartida por el programa ISSP.