Tipos de atún, cuáles consumir y con qué frecuencia

Algunas especies de atún pueden registrar altos niveles de mercurio

Maggie Hegyi dice que cuando estamos a dieta consumimos más proteína: pollo, carne, pescado y precisamente uno de los alimentos que más podemos comer es el atún.

En México existen diferentes tipos de atún, entre los más conocidos se encuentra el blanco o albacore, el rojo y el aleta amarilla; sin embargo, algunas especies pueden registrar altos niveles de mercurio, un compuesto tóxico que puede afectar la salud

    Según la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos (FDA, por sus siglas en inglés)

Hegyi señala que el atún se puede consumir en lata, cocido o crudo, pero si quieres saber cuáles puedes comer y con que frecuencia, y de acuerdo con la clasificación de la FDA, son los siguientes.


¿Qué tipo de atún consumir y cuál evitar?
    “Mejores opciones”. En esta categoría entra el atún barrilete. Según la FDA, se puede consumir al menos tres veces por semana.
    “Buenas opciones”. El atún enlatado y fresco, ya sea el aleta amarilla, el blanco o albacora pertenece a esta categoría y se recomienda su consumo una a dos veces por semana.
    “Opciones a evitar”. El ojo grande o patudo es un atún que se debe evitar por sus altas concentraciones de mercurio.

En el país, el atún aleta amarilla constituye entre el 75% y el 90% de la captura anual, mientras que el barrilete representa entre el 7 y el 20%, según informó la Procuraduría Ambiental y del Ordenamiento Territorial de la Ciudad de México (PAOT).


En este contexto, consumir atún mexicano implica beneficiar a muchas personas en el ámbito laboral. Pero también ofrece un beneficio muy importante a la salud del cuerpo humano, sobre todo porque es rico en ácidos grasos Omega-3.

Los Omega-3 son Ácidos Grasos Esenciales, debido a que no los produce naturalmente el cuerpo. Además, no pueden ser reemplazados por otras grasas. Estos son fundamentales en el proceso de desinflamación, que es una de las principales causas de enfermedades crónico-degenerativas, como la diabetes.