Según la empresa especializada en datos de mercado y consumo Statista, el número de usuarios de teléfonos inteligentes en el mundo alcanzó los 3.6 mil millones en 2020. De esta cantidad de usuarios, no es poco frecuente que muchos mantengan su smartphone cerca a toda hora, incluso cuando trabajan, estudian o realizan tareas. Sin embargo, esta práctica puede tener un i mpacto negativo en la concentración de las personas, incluso si se trata tan sólo de tener el teléfono cerca, aún cuando no se utilice.
De acuerdo a un estudio publicado en la revista Journal of the Association for Consumer Research, la mera presencia del smartphone ocupa recursos cognitivos de capacidad limitada. Es decir, aunque las personas logren mantener una concentración sostenida cuando evitan la tentación de revisar el teléfono, la presencia de estos dispositivos reduce la capacidad cognitiva disponible. En consecuencia, tener cerca el teléfono cuando se trabaja o estudia deja menos recursos disponibles para otras tareas y socava el rendimiento cognitivo y la capacidad de concentración.
Además, la investigación señala que estos costos cognitivos son más altos para las personas con una mayor dependencia a los teléfonos inteligentes. Según sus experimentos, este efecto en la concentración se observó al tener el smartphone a la vista en el área de trabajo, incluso cuando se coloca boca abajo en el escritorio o se mantiene apagado. Sin embargo, cuando los participantes del estudio dejaban su teléfono en otro cuarto, mostraban mejores niveles de desempeño y concentración. Según los autores del estudio este efecto tiene diversas implicaciones prácticas en la toma de decisiones y el bienestar del consumidor.
Otros estudios recientes también hacen énfasis en los efectos negativos de los smartphones no sólo en la concentración, sino también en la calidad del sueño de algunos usuarios. Esto sucede particularmente en p ersonas con comportamientos adictivos respecto a sus teléfonos inteligentes, o nomofobia, como se le conoce médicamente al miedo a separarse del smartphone.
Una investigación publicada en la revista científica Sleep detectó que un 89% de una muestra de estudiantes universitarios padecía nomofobia. Adicionalmente, encontraron una relación significativa entre un mayor nivel de nomofobia y una mayor somnolencia diurna y más comportamientos asociados con una mala calidad del sueño.
Los teléfonos inteligentes permiten a las personas una conexión constante con un vasto mundo de entretenimiento e información al alcance de la mano. Los smartphones tienen un inmenso potencial para mejorar el bienestar de las personas, aunque su uso desmedido puede tener consecuencias negativas.