Aunque hoy en día es un adorno indispensable en los hogares de millones de personas alrededor del mundo, el árbol de Navidad tiene su origen en un evento completamente sombrío. De hecho, el ícono de las fiestas decembrinas proviene de un símbolo pagano que representantes de la Iglesia católica lucharon por eliminar.
¿Cuál es el origen del árbol de Navidad?La historia del árbol de Navidad comenzó en el estado alemán de Niedersachsen (Baja Sajonia). Ahí vivía una comunidad de no creyentes que aprovechaban el invierno para rendir tributo al dios del trueno, Thor.
Por lograr esto, los habitantes seleccionaban a un pequeño niño y lo ofrecían en sacrificio en un árbol al que consideraban sagrado: ‘El Roble del Trueno’.
En la víspera de Navidad del año 723 d.C., Bonifacio de Magnuncia, enviado de la Iglesia Católica para evangelizar la región de Geismar, decidió interrumpir el acto y salvar la vida del menor.
Armado con un hacha y proclamando el nombre de Jesucristo, Bonifacio cortó el árbol y lo sustituyó con un abeto. “Que este árbol sea el símbolo del Dios verdadero, sus hojas son siempre verdes y no morirán”, exclamó el religioso, proclamado santo en 1805.
¿Por qué se adorna el árbol de Navidad?Para cerciorarse que la comunidad había olvidado los sacrificios humanos, representantes de la Iglesia regresaban cada invierno a revisar el árbol y adornarlo.
Con el tiempo, las civilizaciones alrededor del mundo comenzaron a aceptar la tradición del árbol de Navidad y la adoptaron dentro de sus fiestas decembrinas. Por supuesto, los adornos han cambiado a través de los siglos, sin embargo estos siguen teniendo un espíritu religioso.
De hecho, esta es la razón por la que la Iglesia católica ha permitido que el árbol de Navidad sea colocado al centro de los festejos por el nacimiento del ‘hijo de Dios’.
El fuerte significado que carga, así como la historia que lo originó, es para los religiosos una muestra del triunfo de la luz sobre la oscuridad de lo pagano. Qué mejor mensaje para difundir en la temporada.