No tenemos duda de que todas las plantas son hermosas y cada una tiene un valor especial, sin embargo, debes saber que existen plantas que pueden matar a tu jardín, aunque parezcan muy inocentes.
Algunas plantitas son más problemáticas de lo que crees y podrían arruinar todo el trabajo que has invertido en mantener un jardín saludable.
Las invasoras
Unas de las plantas más importantes que debes evitar a toda costa son las invasoras, es decir, las que tienen una propagación rápida, como el clavel lanudo, el arbusto madreselva, la petunia mexicana, entre otras.
Cuando tienes alguna planta invasora en tu jardín, estas desplazan a las especies autóctonas, son una amenaza para el ecosistema, aumentan las probabilidades de que provoquen un incendio y hasta pueden cambiar la bioquímica del suelo.
Las que consumen demasiada agua
Este punto puede depender de varias cosas. Unas de las más importantes son el lugar donde vives y las condiciones de sequía que tenga, si el agua es escasa e incluso costosa. Otras son la vida del resto de tu jardín que no necesite demasiado líquido, pues si las mezclas podría haber podredumbre.
Lo mejor es que busques plantas que no requieran mucha agua o, a su vez, que agrupes a las amantes de los chapuzones para que el riego abundante se limite a un solo lugar de tu jardín.
Las que propagan enfermedades
Probablemente diseñes tu jardín por la forma o el color de tus plantas y flores, sin embargo, es hora de que lo dejes de hacer, pues te arriesgas a tener un cultivo débil que le propague enfermedades a sus compañeras.
Una enfermedad de plantas se define como el crecimiento anormal de estas, o la interferencia en su función normal.
Síntomas de algunas de las enfermedades- Hojas amarillas o decoloración anormal
- Manchas
- Esporas sobre las hojas
- Marchitez
- Podredumbre vascular
- Enrollamiento y distorsión de las hojas
- Necrosis
- Podredumbre de la raíz
- Plantas con mal desarrollo
Si en tu jardín tienes alguna planta que propague alguna enfermedad, lo mejor es que la alejes del resto, identifiques el padecimiento y lo ataques cuanto antes porque, al ignorarlo, es mucho más fácil que surjan enfermedades secundarias.