El pasado lunes se dio a conocer que se perdió en el mar un sumergible de la empresa OceanGate, la cual realiza inmersiones submarinas turísticas a las ruinas del recordado trasatlántico RMS Titanic, el cual naufragó en 1909 y se popularizó posteriormente el caso por la adaptación al cine de James Cameron, con la que ganó el Oscar.
El sumergible, llamado Titán, consta de una cápsula, la cual se ve inmersa miles de metros bajo el nivel del mar y manteniendo la presión interna, con el objetivo de que personas sin entrenamiento especial puedan bajar a ver los restos del emblemático crucero.
Sin embargo, éste guarda una peculiar curiosidad y es que uno de los controles que con el que cuenta es un mando de videojuegos, similar al que se puede comprar, en una versión comercial, incluso por internet a un costo no muy alto.
Pese a toda la tecnología y el equipo especializado que supone tener un sumergible que logra descender aproximadamente 3 mil 800 metros bajo el nivel del mar, cuenta con un elemento similar al que cualquiera puede tener en sus casa, y que pese a todo esto, es clave para la operación.