Los vegetales de hoja verde, desde las espinacas a la lechuga, las acelgas o el berro, contienen nutrientes que disminuyen la inflamación, aumentan la función inmunitaria y mejoran la cicatrización de las heridas.
También tienen abundante vitamina C, esencial para recuperar músculos dañados.
Las verduras crucíferas incluyen el brócoli, la col y la coliflor, y aportan otro tipo de nutrientes, también esenciales.
Las personas enfermas u operadas, necesitan más proteinas que la media recomendada.
Los huevos son una excelente fuente de proteínas, y además contienen minerales que refuerzan el sistema inmunológico. Pero debes refrigerarlos correctamente.
Además de proteínas, el salmón aporta ácidos grasos Omega-3 que son vitales para reducir la inflamación y reforzar el sistema inmunológico.
Es uno de los pescados más recomendables para esta tarea.
El pollo, el pavo, y otras aves, aportan aminoácidos como la glutamina y la arginina, que son muy importantes para curar heridas y reforzar el sistema inmunológico.
Las bayas aportan vitamina C y antioxidantes que reconstruirán los órganos dañados o debilitados.
En el apartado de bayas se incluyen las fresas, frambuesas, arándanos, moras, etc.
Almendras, avellanas, nueces, pipas de calabaza, semillas de todo tipo...
Este alimento es rico en proteinas, vitaminas, grasas vegetales y minerales. Todos ellos nutrientes necesarios para acelerar la recuperación.
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