Correr y caminar son sin duda dos de las actividades físicas más demandadas. Dos de las favoritas de los españoles. Sin embargo, sea correr, caminar o practicar cualquier otro tipo de ejercicio (el que más guste, con el que más cómodo nos sintamos) es fundamental para cuidar nuestra salud física, incluido adelgazar, pero también para proteger nuestra salud mental.
"Se ha comprobado científicamente que la actividad física prolongada, como es el caso de correr o caminar con regularidad, producirá mejoras en el estado de ánimo, la creatividad, el aprendizaje, la memoria, así como a la hora de reducir el deterioro cognitivo", afirma a laSexta.com José García Donate, psicólogo y director de la Unidad de Psicología Deportiva del Instituto Centta.
Pero no sólo eso, también -añade- se han encontrado menores niveles de ansiedad y depresión en personas deportistas que en las no deportistas. Incluso, y según la conclusión de varios estudios, "un programa de entrenamiento físico, como complemento al tratamiento psicológico de la ansiedad o la depresión, puede ser muy útil, obteniéndose mejores resultados que con las intervenciones que no utilizan la actividad física como complemento", explica el experto.
Lo que sí ha quedado claro es que el ejercicio debe ser regular, es decir, continuado en el tiempo. De nada vale, hacer hoy ejercicio y no volver a hacerlo hasta la semana que viene. Como apuntan las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, debemos hacer ejercicio aeróbicos de intensidad moderada de 150-300 minutos semanales, mejor si son repartidos en varios días.