Revisa estos cinco hábitos tecnológicos para ser más feliz

Sin duda el Teléfono es una herramienta muy utilizada, pero puedes implementar estos hábitos sencillos para relajarte.

Hacer pausas al usar el celular 

De alguna manera, hacer una pausa antes de agarrar un dispositivo o hacer clic en un enlace puede ser la habilidad más difícil de cultivar. Pero Dodgen-Magee dice que es esencial para volver a aclimatar el cerebro a una existencia menos frenética. Cuando no hay pausa y sigues un impulso de ver la venta de ropa que acaba de llegar a tu bandeja de entrada, o de perseguir el siguiente nivel en el juego que has estado jugando, o de responder a los últimos cinco mensajes de texto en un hilo grupal, el cerebro repetirá ese patrón una y otra vez. Para obtener más quietud interna y control externo sobre mis elecciones digitales, Dodgen-Magee recomienda hacer algo para interrumpir el hábito de pasar de un clic al siguiente.

Aléjate de la pantalla

Aléjate de mi pantalla una vez que haya completado una tarea. Esta es una especie de pausa, pero en sentido inverso. Al dejar el teléfono después de responder un mensaje de texto en lugar de revisar la cuenta bancaria o rastreador de actividad física al azar simplemente dale a tu cerebro otra oportunidad de dirigirse a sí mismo con un propósito y un significado.

Cambia tu entorno físico

Cuanto más tiempo pases en línea, más fácil será perder el contacto con tu cuerpo. La postura del cuerpo es importantísima, la respiración se acorta, los músculos se tensan. Para regresar a tu ser físico, recomienda agregar algo táctil a su escritorio, o donde sea que más uses tu teléfono o tableta. Esto podría ser arena cinética, juguetes fidget, Legos o algo similar

Enfócate en una sola tarea 

 El cerebro simplemente no puede hacer muchas tareas a la vez. Un mejor nombre para la multitarea sería cambio de tareas, dice Dodgen-Magee.

Silencia y distancia tus dispositivos

Intenta pasar gran parte del día, incluso ráfagas de tres minutos, sin su teléfono o dispositivo. Para reorientar verdaderamente el cerebro hacia la quietud, necesitas... quietud y más quietud.