Probablemente prefieras uno de los dos tipos de gasolina; ya sea la verde, porque es más barata, o la roja, porque es de mayor calidad.
Si alguna vez decidieras echarle a tu carro el tipo de gasolina que normalmente no le pones, primero que nada no va a explotar ni va a pasar nada inmediato que impida que tu vehículo funcione ni que te ponga en riesgo. Lo que sí puede pasar es que a largo plazo se dañe tu vehículo.
La gasolina roja (Premium o de 92 octanos) se recomienda usar en carros con motor de gran desplazamiento o con turbo-cargador. Mientras que la verde (Magna o de 87 octanos) es para autos con motor naturalmente aspirado y de baja compresión.
A corto plazo mezclar ambas gasolinas no produce ningún efecto indeseable, pero a largo plazo se podría afectar el ciclo de combustión de tu vehículo, puesto que la explosión dentro del cilindro no ocurriría en el momento ideal, aunque funcionará.
El problema puede resultar mayor en el caso de autos con turbo cargador, porque se podrían producir residuos dentro del motor que potencialmente dañarán los inyectores y otras piezas.
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