Al paso del tiempo, la inflación subyacente ha sido un tema de qué hablar por el reciente incremento en el precio de productos de la canasta básica.
La población mexicana se ha preguntado por qué los precios de los productos y servicios que usan a diario no son estables y tienden a elevarse.
¿Qué es la inflación subyacente?
Es el aumento del precio del subconjunto del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) que muestra cómo varían los precios de consumo a corto plazo.
Asimismo, mide la propensión inflacionaria y, por lo tanto, su resaltado es de suma utilidad para el análisis de la tendencia de los precios a mediano plazo.
Historia de la inflación subyacente
Este indicador nace tras la crisis energética de la década de 1970. Tras el considerable repunte que tuvo el precio del petróleo en 1973 en el Oriente, las políticas de regulación del ciclo económico demostraron que no fueron capaces de evitar una nueva recesión.
La economía de los países de Occidente se vió afectada por un problema económico estructural, ya que se exageró la magnitud y el alcance de los efectos negativos (inflación, endeudamiento y retracción) en esta región del mundo por el precio de los hidrocarburos. De esta manera, nace la inflación subyacente como indicador económico para el estudio a futuro de los precios.
¿Cómo se calcula?
Se calcula separando los precios del índice energético (gasolina, gas y electricidad) del índice de alimentos no elaborados (frutas y verduras).
De esta manera, ha vuelto un indicador indispensable para el Banco de México (Banxico) con el tema de la inflación en el precio de productos de consumo diario.