VitaminasLa 'aspirina' probablemente protege contra el cáncer de intestino, disminuyendo el riesgo entre un 14 y 29% en dosis tan bajas como 75 mg/día.El uso de medicamentos antiinflamatorios no esteroideos durante hasta 5 años se asoció con una caída significativa -entre 26 y 43%- en la incidencia de esta enfermedad. Sobre el consumo de suplementos, la ingesta de magnesio de al menos 255 mg/día se relacionó con un riesgo 23% menos en comparación con la ingesta más baja, mientras que el consumo alto de ácido fólico se asoció con un riesgo 12-15% menor.En cuanto al consumo de productos lácteos, estos se asociaron con un riesgo de la enfermedad de 13 a 19% menor, sin embargo, la pequeña cantidad de metanálisis disponibles y los resultados de investigación diferentes y la variedad de los productos lácteos incluidos hace que sea complicado tener conclusiones firmes sobre las cantidades que se necesitan para poder prevenir la enfermedad.El consumo de fibra se asoció con un riesgo menor, mientras que comer frutas y verduras se relacionó con un riesgo hasta 52% menor.Respecto a la soya, se encontró que incorporarla a la dieta tiene relación con una caída modesta, pero significativa (8-15%) del riesgo.En cuanto a las vitaminas E, C, los multivitamínicos, el beta-caroteno o selenio, no se encontró que estos fueran protectores contra la enfermedad.
Los datos fueron débiles o equívocos sobre el impacto del té; ajo o cebollas; la vitamina D sola o combinada con calcio; café y cafeína; pescado y omega 3, e inconsistente con el efecto protector de la vitamina A y las vitaminas B.