Síntomas de agotamiento emocional No siempre percibimos de manera clara que sufrimos agotamiento emocional. A veces, los síntomas son muy claros, pero otras, pueden ser muy sutiles y despistarnos. La experta detalla las señales que no debemos pasar por alto:
- No tener ganas de hacer cosas
- Estar más irritable
- Tener cambios de humor bruscos
- Dificultades para concentrase
Además, también puede aparecer síntomas físicos como dolores de cabeza, problemas de sueño (ganas de dormir mucho, dormir poco, no poder conciliar el sueño, despertares nocturnos), problemas gastrointestinales (disminución o aumento del apetito, problemas para la digestión), entre otros.
Como advierte la psicóloga, además de los inconvenientes que pueda acarrear para la salud física y mental de la persona que padece agotamiento emocional, también puede acarrear otros problemas. Por ejemplo, puede generar consecuencias en varios ámbitos de la vida como menos rendimiento académico o laboral, conflictos interpersonales (pareja, compañeros), abandono de actividades agradables como el deporte, alimentación sana, etc.
Y no solo eso. Al final, todo ello se retroalimenta. Como explica "todo esto favorecerá que los síntomas se intensifiquen favoreciendo la sensación de incapacidad de control e indefensión. Al final, la persona se verá en un círculo vicioso de sensaciones muy desagradables, altas exigencias o demandas propias o del ámbito en cuestión y aparición de emociones negativas".