Por estas razones no te alejas de una relación tóxica

Aquí te dejamos 7 razones por la que no te alejas de esa relación

1. Es un buen partido. Su relación es un desastre, pero tu pareja es un amor y aseguras que tiene buenas intenciones: hace lo mejor que puede (aunque no sea mucho). 

2. No son compatibles. Buscan cosas diferentes en una relación, pero se mantienen unidos porque lo suyo fue un flechazo inesperado y quieren encontrar aunque sea un poquito de compatibilidad… pero en esa búsqueda llevan ya un rato y simplemente no avanzan.

3. Se aferran a lo que fue. Quizá la época de enamoramiento fue bonita, pero después se estancaron y perdieron interés. Sean sinceros: quizá simplemente no funcione y terminen por hacerse daño. Es una etapa, no pasa nada si no madura. 

4. Hay una química sexual única. El buen sexo en las malas relaciones es un gran problema, porque los sentimientos pueden confundirse. El sexo es importante en las parejas en las que hay amor, pero no al contrario. Sean honestos y platiquen sobre esto; pueden llegar a un acuerdo sincero y divertido.

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5. No estás feliz en soledad. Cuando se enojan y se separan no soportas la idea de estar sin esa persona, y a pesar de identificar lo malo de la situación prefieres soportarlo por la comodidad que representa la relación, pero sobre todo, porque terminarla significa trabajar emocionalmente en ello.

6. Te derrite su encanto. Por fin te decides, ideas un plan, le dices que se verán para platicar, pero claro, lo sospecha. Un pestañeo y un beso serán suficientes para que cambies de idea. Así de fácil se derrumban tus planes por limpiar de tu vida lo que no te sirve. 

7. Te convences de que es algo pasajero. Llevas la relación a tu manera porque crees que eventualmente podrás estar en una relación mejor, ¿pero por qué esperar? Mejor invierte ese tiempo en ser una mejor persona, ni siquiera para prepararte para alguien más, sino por ti mismo. Si hay una persona ideal para ti, llegará.

Si has pasado tiempo en una relación de este tipo, es hora de moverte, sin miedo. Considera que no hay nada mejor que un cambio, pues esto no es bueno para ninguna de las dos partes, y tampoco se trata de encontrar víctimas ni culpables. El hecho es que ninguno de los dos tomará decisiones por el otro, al menos no es lo correcto.