Los péptidos, también llamados polipéptidos, se encuentran naturalmente en la piel, pero, como otros ingredientes, con el paso del tiempo o ciertas circunstancias se disminuye su producción.
Los péptidos son aminoácidos que componen ciertas proteínas que necesita la piel. Más específicamente, el colágeno está hecho de tres cadenas polipeptídicas, por lo que agregar péptidos puede estimular la piel para que produzca colágeno lo que es igual a una piel más firme y el retraso de la aparición de las arrugas.
Recordemos que nuestro cuerpo produce colágeno de forma natural, pero con el tiempo, la producción de colágeno se disminuye, lo que puede hacer que la piel se vea más arrugada, menos uniforme y brillante; en esta parte entran los péptidos que estimularán a nuestra piel, más específicamente la de nuestro rostro, a producir colágeno.
¿Cómo funcionan?
La composición química de los péptidos permite que penetren más fácilmente la barrera de la piel y de manera más profunda y al hacerlo “mandan señales” a las células para que produzcan más colágeno.
Por tanto, sus beneficios al usarlos constantemente son:
-Reducen la apariencia de las arrugas
-Dan elasticidad a la piel
-Mejoran la barrera de la piel
-Disminuye la inflamación
-Puede ayudar a disminuir la aparición de acné gracias a que tiene función antibacteriana
¿Dónde encontrarlos?
Como casi todo en el mundo del skincare, debes considerar preguntarle a tu dermatólogo si tu piel (sobre todo si es sensible o tienes algún padecimiento dermatológico) es apta para incluir los péptidos en tu rutina. No obstante, existen productos que ofrecen una cantidad de péptidos que son fáciles de integrar a tu rutina.
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