Las patologías gastrointestinales permanecen en relación con la depresión y ansiedad que tienen la posibilidad de llegar a padecer los pacientes garantiza la especialista Brenda Solís.
“Hasta 30% de los pacientes con patología inflamantoria intestinal toma antidepresivos, prescritos para la salud psicológica o los indicios del intestino, o los dos. Una situación que viven muchas veces es sentirse avergonzados y tener una imagen negativa de sí mismos”, describió la gastroenteróloga Brenda Solís.
El padecimiento es consecuencia de una condición inmunológica que se muestra en 2 maneras primordiales: La patología de Crohn y la colitis ulcerosa.
La patología de Crohn es una patología intestinal inflamatoria crónica que perjudica el recubrimiento del tracto gastrointestinal que perjudica a bastante más de 2.6 millones de individuos. Entre sus primordiales indicios permanecen la diarrea, el dolor abdominal constante, sangrado rectal, poco antojo y pérdida de peso.
Mientras tanto que la colitis ulcerosa perjudica a alrededor de 3.2 millones de individuos, quienes lo sufren tienen la posibilidad de experimentar dolor rectal o sangrado, puesto que el mal se muestra a grado del intestino grueso y la inflamación perjudica a la mucosa.
Los dos males debilitan a los pacientes e “incluso tienen la posibilidad de exponer protestas externas como afectaciones en la dermis, los ojos y articulaciones”.
Aun cuando se desconoce la causa, se conoce que podría ser una mezcla de componentes de los genes y cualquier componente externo que se desconoce y que desencadena una contestación inmunológica no controlada que se traduce en la inflamación intestinal.
Lo cual produce un intenso efecto en la salud emocional, provocando cuadros de depresión en 30% de los pacientes y ansiedad moderada en 38.2% de ellos.
Alrededor de la mitad de los pacientes aseguran que su ámbito educativo o gremial se ve seriamente perjudicado, además, de que generalmente son señalados injustamente por un bajo manejo gracias a sus indicios, puesto que varios pacientes se ven dañados justo en su fase gremial más provechosa.
Además, para dichos pacientes las colaboraciones particulares tienen la posibilidad de además ser un reto en cualquier fase de la vida y dichos desafíos son tanto físicos como emocionales.
Inclusive, por lo menos 40% de los pacientes refieren restricciones para buscar interacciones íntimas y 69% comentan que la patología tiene un efecto negativo en su historia sexual.
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Un 30% de los pacientes con enfermedades intestinales toman antidepresivos.
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