Pese a una tasa de supervivencia del 98% cuando se detecta oportunamente, el cáncer de próstata es también la segunda causa de muerte por cáncer en personas con próstata en Estados Unidos. De acuerdo con la Sociedad Americana del Cáncer, el cáncer de próstata como causa de muerte se ubica únicamente por detrás del cáncer de pulmón. Para hacer frente a esta paradoja, los científicos trabajan en el desarrollo de nuevas herramientas y tecnologías para el diagnóstico oportuno del cáncer de próstata y prevenir muertes.
Según la Sociedad Americana del Cáncer, la esperanza de vida a 10 años para el cáncer de próstata del 98% está relacionada con que la mayoría de los tumores de próstata crecen lentamente y en muchos casos ni siquiera es necesario tratarlos. Sin embargo, este no es el caso para cuando ocurre una metástasis y el cáncer se propaga a otras zonas del cuerpo. En esta situación, el cáncer eventualmente se vuelve resistente a los tratamientos y desemboca en un resultado fatal.
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Durante mucho tiempo, la investigación sobre las causas del crecimiento del cáncer de próstata se ha centrado en el estudio de las versiones indolentes o lentas de la enfermedad, aquellas consideradas curables. Esto debido a una menor probabilidad de cirugía de los casos de cáncer de próstata metastásico, por lo que muestras de estos casos se han estudiado con menor frecuencia.
Esto podría cambiar gracias a los avances tecnológicos, en particular por la investigación genómica, con la que los médicos pueden usar una pequeña aguja para recolectar muestras de tejido diminutas. Según Zero, una fundación para el combate del cáncer de próstata, estas pruebas genómicas pueden ayudar actualmente a p redecir si un cáncer de próstata crecerá lenta o agresivamente. Además, se espera, investigaciones presentes y futuras a nivel genómico puedan proveer pistas sobre la causa del comportamiento agresivo de algunos tumores.
Para los investigadores, la próxima gran novedad para el diagnóstico de cáncer de próstata se encuentra en el uso de materiales radioactivos para etiquetar directamente las células cancerosas. Esto serviría para una detección más precisa del cáncer, al iluminarse las células afectadas cuando los pacientes se someten a una tomografía por emisión de positrones.
Muchos investigadores trabajan en esta técnica y destaca una investigación publicada en The Lancet, basada en el descubrimiento del antígeno de membrana específico de la próstata (PSMA, por sus siglas en inglés). El PSMA se expresa específicamente en las células del cáncer de próstata y los investigadores consiguieron vincular un radioisótopo llamado Galio 68 con una proteína corta que se adhiere al PSMA.
Al inyectarse vía intravenosa, se adhiere a las células del cáncer de próstata sin importar su ubicación, lo que posibilita la detección del cáncer de próstata en cualquier parte del cuerpo. Los ensayos clínicos muestran un gran avance en la capacidad de identificar incidencias muy pequeñas de cáncer en todo el cuerpo con esta tecnología. Además, con la aprobación de autoridades estadounidenses del Galio 68, en 2020, se espera una mayor adopción global de este método, según los investigadores.
El cáncer es una de las principales causas de muerte en el mundo, aunque no todos los cánceres afectan de la misma forma a las personas. Ante la evidencia de un impacto importante del cáncer de próstata, es imperativo que la comunidad científica trabaje en obtener un mayor entendimiento de las causas subyacentes de la enfermedad. Además, se deben enfocar esfuerzos en refinar también las herramientas para una detección oportuna, la cual permita salvar una mayor cantidad de vidas.