El movimiento antivacunas es considerado uno de los más grandes pronunciamientos anti científicos del siglo XXl, según lo califican expertos. Quienes además aseguran; la mayoría de sus creencias se basan en testimonios anecdóticos no verificables y teorías conspirativas, las cuales ponen en riesgo a la salud pública al fomentar la no vacunación. Este grupo de personas muestra un rechazo hacia la aplicación de inmunizaciones contra enfermedades que van desde la varicela, poliomielitis e influenza, hasta Covid-19.
No obstante, existen aquellos quienes consideran, el movimiento difunde información errónea o desinformativa sobre inmunizaciones y de la misma forma, intimida a personas que pretenden compartir información en pro de la vacunación. "Esto dejó de ser un discurso científico civil y se convirtió en una crucifixión de individuos", puntualizó Gregory Poland, jefe de investigación de vacunas en Mayo Clinic.
Opositores de las inmunizaciones presentan desconfianza hacia la industria farmacéutica y esto ha ocasionado que millones de padres simpatizantes con estas ideas alrededor del mundo, se nieguen a vacunar a sus hijos. Asimismo, tras aparición del Covid-19, el estallido de la pandemia y la creación de diversas vacunas; provocaron que creyentes de la doctrina antivacunación comenzaran a manifestarse en contra de dichas inmunizaciones. Los descontentos incrementaron y se hicieron cada vez más presentes por medio de las redes sociales, según un artículo de The New Yorker. Igualmente, usuarios se han encargado de esparcir i nformación no veraz y rumores de posibles efectos secundarios y secuelas a largo plazo.
Cabe destacar, un reporte realizado por el Centro para la Lucha contra el Odio Digital (CCDH, por su nombre en inglés), acusó a estas empresas de permitir y perpetuar acciones de intolerancia en contra de los avances científicos en materia de salud. Ya que de acuerdo con estadísticas del informe, las redes sociales de los opositores de las vacunas, incrementaron su número de seguidores en al menos 7.8 millones desde el año pasado. Asimismo, 31 millones de personas a nivel mundial siguen grupos antivacunas en Facebook y 1 7 millones de usuarios se suscriben a cuentas similares en Youtube.
De igual forma, seguidores del movimiento le han adjudicado a diferentes tipos de vacunaciones la responsabilidad de ser las causantes de múltiples enfermedades como cáncer, diabetes, afecciones neurológicas y autismo. En el caso de esta última, el médico Paul Offit publicó el libro "Los falsos profetas del autismo", donde desmiente la relación entre el desarrollo de dicha enfermedad a causa de inmunizaciones.
Paralelamente otros doctores y científicos han negado estas acusaciones y por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS), desde el año 2019 tiene al movimiento antivacunas en la lista de mayores amenazas a la salud. Según estadísticas del organismo, las inmunizaciones salvan hasta 5 millones de vidas al año y destaca, si no fuera por la efectividad de ellas, gran parte de las enfermedades severas y mortales serían de índole infecciosa, como es el caso del Covid-19.